Primero rehenes, ahora esclavos
08/05/2014
Los niños y jóvenes de Salta no ganan para sustos como decía mi abuela, que era docente, aclaro, y de las buenas, de esas que dejaban todo por sus alumnitos. Primero fueron rehenes de intransigentes docentes que antepusieron sus intereses personales a la vocación y los dejaron sin clases, abandonados a su suerte, desconociendo el derecho supremo a recibir educación, en un paro a todas luces político.
El paro docente logró que muchos de ellos ni siquiera recibieran la tan ansiada copa de leche. Menos aún los conocimientos necesarios para desarrollarse y crecer y ahora cuando todo parece comenzar a normalizarse y por fin volver a las aulas, los chicos y también sus padres, presienten que se convertirán en esclavos de los descansados docentes que bajo el pretexto de un paro extendieron sus vacaciones.
La sorpresa de los chicos fue grande cuando esta mañana al llegar a clases se dieron con la desagradable realidad que para recuperar los días perdidos los docentes comenzaron a llenarlos de fotocopias, trasladando a los padres la responsabilidad de que sus hijos aprendan. “No lo haga faltar más” fue la indicación de algunos docentes. Otros más ofuscados reclamaron “porque lo hizo preparar con maestra particular”, “no ve que su hijo ahora sabe lo que los otros no, ¿cómo hago yo ahora para nivelar? Estas y otras reacciones no menos desagradables fueron la bienvenida de los docentes que hasta ayer estuvieron de paro y hoy se valen de cualquier método, sin importar consecuencias, para recuperar los días perdidos.
Tal como lo hicieron cuando estuvieron de paro, con postura intransigente y cerrada, sin medir consecuencias, ahora enfrentan una etapa de recuperación con los mismos métodos, desligándose de responsabilidades, transformando rehenes en esclavos.
¿Cómo puede un docente que durante 33 días se desentendió de sus responsabilidades exigirle a un padre que no hagan faltar a sus hijos a clases? ¿Tiene derecho ese docente que estuvo de paro a reclamar? ¿Un padre responsable no tiene derecho a dar educación a su hijo con un docente particular ante la ausencia del docente del grado?
Clara consecuencia de este paro salvaje es el quiebre de confianza entre docentes, padres y alumnos. Una comunidad educativa que necesitará tiempo para recomponerse, pero que requiere compromisos y madurez de parte de todos, principalmente de los docentes que deberán hacer una autocrítica y asumir la culpa de este quiebre de confianza, que les valió el repudio de una comunidad avergonzada y dolida de ver a quienes tienen la responsabilidad de formar a las futuras generaciones adoptar actitudes patoteriles, llegando al límite de cercar la legislatura, cortar rutas y cercenar derechos.
AG
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