Nieve y viento blanco en Tierra de los runas
26/07/2013
San Antonio de los Cobres amaneció encantado por la nieve y la fuerza del viento.
El sábado 20 de Julio 2013, coincidencia o casualidad, un regalo para el Día del Amigo, allá en las altas cumbres, en la tierra de los runas, la altiplanicie de la puna de los pueblos andinos, en la tarde anterior presagiaba la montaña, nos dijo don Fulgencio (después de un día con mucho viento) y al atardecer rugía en el cerro negro era como nubes negras y el silbido del viento, y al pasar el hombrecito afirmo esta noche habrá nieve, le respondimos no creo solo será una noche fría, nos equivocamos el runa tenía razón.
Así fue, que nos fuimos a dormir entre las calles polvorientas con el silbar del viento, un frio que congelaba hasta el suspiro, y con las primeras horas del fin de semana, salía el sol, pero el viento arreciaba con fuerza contra las ventanas. Nos levantamos para ver un paisaje en la montaña del terciopelo, en San Antonio de los Cobres, pero grande fue la sorpresa al jalar una cortina, afuera todo estaba cubierto de nieve y las calles apreciaba el Viento Blanco, no era cuento de los abuelos, era cierto los copos de nieves golpeándote el rostro con fuerza y apenas podíamos mirar a pocos metros.
Majestuoso, la naturaleza nos brinda sorpresas, a pesar del presagio el sabio hombrecito del cerro, por eso abrazarnos por el Día del Amigo, recordé las palabras del amigo, estamos en invierno y la naturaleza nos esta por enviar un mensaje, por eso cuando habla el cerro es porque ocurrirá lo imprevisto, viento blanco (en invierno) o tormenta en el desierto (en el verano), hay que prepararse para alentar el fuego, no te olvides viajero si te encuentras en una apacheta de dejar una ofrenda, porque se viene el tiempo Pachamama ya está en el camino.
En tanto una abuela, con sus años en la espalda, al sentarse cerca de un fogón, con sus hojas de coca dijo mama Pacha está enojada, habrá enfermedades, mucho frio, pobre mis animales allá en el cerro, pero también es buen presagio la nieve y el viento blanco, es una bendición del tata Dios.
Así fue, que nos pusimos a caminar por el pueblo, al mediodía el viento le gano a la nieve, solo quedaron vestigios de la sábana blanca, pero el regalo maravilloso colmo nuestros ojos, a pesar de la escarcha pegada en nuestros abrigos, a pesar de todo, estuvimos en la tierra de los runas, en las cumbres heladas, allá donde no es poético, es verdad la magia del viento blanco.
Solos trabajadores mineros, pastores, arrieros o camioneros, son capaces de saber que pasara mañana, cuando el cerro habla con vientos rugientes ó se viste con nubes bajas, o cuando de pronto el polvo de los remolinos y la tarde se va poniendo negra en el horizonte, es señal que cambiara el tiempo.
Por eso nos fuimos, sabiendo que el invierno será duro en la puna salteña, y habrá que pasar el Agosto, mientras tanto sentiremos bajas temperaturas en cero grados y rudos vientos, en cualquier camino y parajes, entre montañas y salares; allí donde viven los habitantes del pueblo andino.
Cesar Chavez
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