Pasado y presente de un pueblo incluido
27/05/2009
Pensar en Santa Victoria Este y en todos los parajes que rodean a ese pueblo hace recordar inmediatamente a los más de 100 días en que durante el verano esa zona era tapa de los diarios locales y nacionales y la noticia destacada en los titulares de noticias también locales y nacionales.
Ver a Santa Victoria Este en ese momento era ver la desolación en un pueblo que se quedó en el tiempo y a donde se llegaba una vez al año para el festival que organiza Oscar “El Chaqueño” Palavecino con tres kilómetros de asado.
Ver a Santa Victoria Este en el verano pasado era retroceder en el tiempo y caer en cuenta de la época actual solamente al oír el ring de algún teléfono celular o sentir el rugido de los motores de un avión modelo 1.973 o de un helicóptero blanco y rojo de última generación o de algún helicóptero que había posado también su pesado cuerpo también en Vietnam.
Sentir a Santa Victoria Este en el verano fue hacer lo que nunca en la historia de Salta se hizo por su gente, donde se encuentran criollos y aborígenes enfrentados muchas veces entre si, y padecer con ellos las penas de sentirse golpeados por la naturaleza y heridos por el olvido de gobierno tras gobierno.
Fue en el verano de 2.008 cuando el Gobernador Juan Manuel Urtubey dispuso que no se escatimen gastos para atender, contener y ayudar, de la mejor manera posible a las casi 12.600 personas que habitan esa parte del Chaco salteño.
En ese mismo verano se trabajó sin descanso para entregar más de 130.000 kilos de alimentos a todas y cada una de las familias del pueblo y sus parajes aislados como consecuencia de las fuertes lluvias y los constantes desbordes del Río Pilcomayo.
Nunca en la historia de las inundaciones en esa zona se entregó más de un módulo alimentario y hoy el tiempo es testigo del trabajo incansable, sin objeción de gastos, para haber legado en 4 oportunidades a cada una de las familias con alimentos, además de otros elementos entregados por pedido de sus habitantes.
No solamente la Provincia hizo esfuerzos por estar al alcance de la mano de todos los victoreños (sin distinción de raza o etnia): Funcionarios de importante jerarquía nacional se animaron y vivieron en carne propia el rigor del suelo hecho barro para estar presentes y llevar alivio a ese pueblo hasta entonces olvidado.
En cuanto a todos los trabajos realizados en esa zona norteña, el secretario de Abordaje Territorial, Francisco Marinaro explicó que “fruto de ese trabajo no solo fueron los alimentos entregados durante la emergencia climática, sino que se hizo efectivo en la entrega de ayudas urgentes, emprendimientos productivos, bicicletas y un ecógrafo de última generación, además de aumentar el circulante en dinero con la entrega de pensiones por invalidez, vejez y a madres con 7 hijos o más.
Antes de 2.008 en toda la zona se cobraban alrededor de $150.000 mensuales en concepto de esas pensiones, hoy ese circulante en dinero aumentó y hoy llega a un total aproximado a los $2.000.000, solo en dinero de pensiones que se hace efectivo en ese suelo polvoriento e inhóspito.
En Ticket Social Alimentario, el equivalente a la Tarjeta Social, ingresan a ese municipio un total de $100.000 más mensualmente para 1.900 familias”.
Todos estos recursos circulan íntegramente en el pueblo y en los diferentes parajes y revitalizaron el movimiento comercial en la zona, lo que logró un mayor crecimiento de la economía regional y la mayor ocupación laboral tanto de criollos como de aborígenes.
No conformes con ese trabajo desde el Gobierno de la Provincia de Salta, se aumentaron las partidas de fondos destinadas a los comedores, tanto escolares como provinciales.
Asimismo Marinaro relató que “de $0.85 por día y por niño que recibían los comedores escolares, a partir del mes de junio la Provincia paga $1.80 por día y por niño. En cuanto a los comedores que solventa el Gobierno hay que remarcar que durante los últimos 10 años la Provincia pagaba $0.60 por día y por niño y con este aumento se duplicaron esas partidas”.
En julio pasado fue el propio gobernador, junto con la secretaria de Articulación del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, quienes encabezaron el lanzamiento del Plan Provincial Alimentario, que demandará una inversión de $200.000.000. “Invertir en la panza de los niños” es una de las consignas de ese plan que apunta, como primer y principal objetivo, a profundizar la atención alimentaria de los sectores en riesgo.
Parte de este Plan es el abordaje integral y la prevención de la desnutrición infantil, a través de un kit terapéutico alimentario, llamado Nutri-Vida, que contiene una alta densidad calórica y nutricional, además de ir acompañado por vitaminas, hierro y un tratamiento antiparasitario en caso que corresponda.
Este es uno de pilares del Plan Provincial Alimentario y está diseñado para el abordaje de la nutrición infantil. Los kit son destinados a la rehabilitación nutricional del 100% de los niños desnutridos, menores de 6 años, en riesgo nutricional y en proceso de recuperación de toda la Provincia, que son identificados por funcionarios del Ministerio de Salud Pública.
Pero no es solo la distribución de esos kit el soporte del programa Nutri-Vida, sino que se comienza a trabajar en un abordaje distinto en la problemática de la desnutrición, por cuanto se enfatiza la prevención al mismo tiempo que se trabaja en la recuperación.
Marinaro destacó que “Salta no se olvidó de Santa Victoria Este, allá en la frontera con Bolivia y donde comienza la Patria. Salta hizo de la inclusión un esquema de trabajo y por eso aquel pueblo olvidado por años fue el centro del trabajo en la emergencia del verano y el ejemplo de la continuidad de lo que antes terminaba con las lluvias”.
En el aspecto sanitario se trabajó en la refacción a nuevo del hospital de Santa Victoria Este y se entregaron 2 ambulancias nuevas.
Se recuperaron las canchas y complejos deportivos en Alto La Sierra y Santa Victoria Este.
Sobre la ruta 54 la Secretaría de Obras Públicas y Vialidad de la Provincia tuvieron a su cargo la construcción de los badenes entre Santa María y Santa Victoria Este y se hicieron los badenes en la ruta a Misión La Paz; se repararon puentes y se realizó un anillo de contención sobre una de las márgenes del Río Pilcomayo, de 7 kilómetros de longitud, en la zona de Santa María y se reforzó el anillo de Santa Victoria Este.
En este sentido Marinaro remarcó que “con estas obras en el verano 2.009 no se registraron evacuados ni hubo aislamientos en la zona”.
Otro de los trabajos que se hicieron en la zona fue el mantenimiento, a cargo de Vialidad de la Provincia, de los caminos que unen a Santa Victoria Este con los parajes de la zona, se entregaron también 3 camiones nuevos y se recuperaron todas las maquinas pesadas que estaban sin funcionar.
Santa Victoria Este ya cuenta además con un cajero automático y se construyó una nueva plaza en el centro de la localidad.
Mientras se atendía a las personas afectadas por el alud en Tartagal, la Provincia continuó trabajando en el chaco salteño en la perforación de pozos de agua para que varias comunidades puedan contar con ese líquido vital. Entre las comunidades beneficiadas se encuentra La Merced, lugar donde nació y se crió el cantautor salteño Jorge Rojas.
La Merced recibió también la provisión de luz, lo que permitió que Jorge Rojas pueda cumplir su sueño de poder organizar el Primer Festival de Música Nativa, en un anfiteatro colocado en la playa del Río Pilcomayo, del que participaron importantes artistas del norte argentino, y se sumaron artesanos de la zona en una exposición donde también se presentaron stands de comidas regionales.
Este Primer Festival de Música Nativa se realizó el pasado 23 y 24 de mayo y se continuará llevando a cabo todos los años con el objetivo de dar a conocer la cultura del Chaco Salteño, en la zona existen diferentes comunidades aborígenes, entre las que se encuentran wichis y chorotes, que viven de la caza, la pesca y la recolección de frutos en época estival. Las mujeres son artesanas en su mayoría, confeccionan diferentes artesanías utilizando chaguar y semillas que recogen del monte, realizan el proceso de convertir el chaguar en hilo, que también lo utilizan para tejer las redes con las que los hombres pescan en las aguas del Río Pilcomayo.
En el Primer Festival de Música Nativa actuaron, además de Jorge Rojas, los Carabajal, Claudia Terán, Los Huayra, Pastor Juárez, Dalmiro Cuéllar, el Ballet del Chaco, una formación del Carnaval de la Quebrada, de Jujuy, una delegación de Bolivia y otra de Paraguay, el grupo wichí Voces del Pilcomayo y un grupo de danza toba.
Más sobre: Santa Victoria Este.
Noticias relacionadas