Caso Maria Cash: lo que se sabe hasta ahora
03/12/2024
"Son muchos años de trabajo, ahora con un equipo interdisciplinario. Nuestra esperanza es darle una respuesta a la familia y que se quiebre el pacto de silencio que se vio fortalecido por las falsas denuncias, voluntaria e involuntarias, que llevaron a la búsqueda rápidamente en un sentido erróneo”, sostuvo el fiscal general del Distrito Salta, Eduardo Villalba, en relación con la investigación por la desaparición de la diseñadora María Cash, desaparecida desde el 8 de julio de 2011.
Tras imputar al camionero Héctor Romero -quien quedó detenido acusado del homicidio agravado por alevosía de la joven- el representante del MPF solicitó el viernes pasado la realización de una inspección ocular en los tramos de la ruta 9/34, en los que la víctima tuvo contacto con aquél.
El pedido de esta medida fue formulado por el fiscal ante el Juzgado Federal de Garantías N°2, a cargo de la jueza Mariela Giménez, a quien también le requirió avanzar con rastrillajes en zonas que, previamente, deben ser delimitadas por expertos en la materia, tanto del Cuerpo de Investigaciones Fiscales como del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU) del Ministerio de Seguridad de la Nación.
“Estamos inmersos de manera total”, dijo el representante del MPF en diálogo con Fiscales.gob.ar sobre el compromiso en el esclarecimiento del caso, y luego se refirió a la historia y al presente del proceso.
En las últimas semanas la fiscalía instó una serie de diligencias que motivaron la detención e imputación de Romero, pero ¿cómo se llegó a este punto de la investigación?
- Hace dos años habíamos llegado a un punto muerto de la investigación, en el que directamente no había ningún plan de trabajo ni tampoco decir por dónde seguía la búsqueda. A raíz de ello, con el procurador general de la provincia, Pedro García Castiella, y en presencia de la familia, decidimos armar un equipo de investigación para que se haga un análisis exhaustivo y profesional de la causa desde su punto cero.
En un inicio, ocho personas se abocaron a esa tarea; ahora hay solo tres. Se hizo una tarea interdisciplinaria, de la que participación policías, investigadores, psicólogos, sociólogos, que efectuaron un análisis de foja por foja de la causa. Este es el motivo por el cual la gente se pregunta por qué después de trece años: es el resultado de un trabajo que comenzó hace dos años, aunque debo aclarar que nunca la causa estuvo parada.
"Creemos que dio una declaración mentirosa, inexacta y, en todo momento, trató de aferrarse a las declaraciones de personas que ya nosotros tenemos comprobado que desviaron la investigación", dijo el fiscal sobre el camionero imputado.
La causa fue derivada en enero de 2012 con una declaración de incompetencia del juez provincial Federico Diez. Ingresó al juzgado, en ese entonces a cargo del exjuez federal Miguel Medina, en el marco del sistema mixto. ¿La remisión del expediente se debió a que la sospecha principal apuntaba a un caso de trata de personas?
- Efectivamente es así. Al punto tal que, de inmediato, la investigación se dirige hacia prostíbulos de la provincia de Jujuy. Así fue cómo la causa quedó en la justicia federal y siempre la hipótesis que se investigó fue trata de personas, con múltiples allanamientos. Siempre se siguió esa pista, tanto en el orden nacional, como internacional.
La postura de mantener la hipótesis de trata, en definitiva, ¿fue productiva?
-No, ya que sacaron el eje y el foco de la investigación en la ruta, que es el lugar donde ahora nos encontramos. Hubo muchísimas diligencias realizadas en el marco de la hipótesis de trata, generadas por testimonios falsos, algunos voluntarios y otros no. Incluso llegamos a hacer análisis de ADN de cadáveres encontrados en Bolivia.
La investigación fue exhaustiva, pero también quiero decir esto: esta causa también fue utilizada para satisfacer sentimientos oscuros y muy mezquinos. Por ejemplo, una persona que tenía una desavenencia con su expareja y quería plantear la tenencia de los hijos, le atribuyó al exmarido que la tenía a María Cash, lo que demandó un año de investigación.
Fue así que cuanta persona quería tirarle un problema a otra utilizó la causa de María Cash. Se llegó a hacer una pericia caligráfica de una puerta de un baño en Santiago del Estero porque habían escrito “soy María Cash”. Es decir que la búsqueda, desorganizada en ese momento, espasmódica en función de datos que se iban obteniendo, fue tanto nacional como internacional, pero siempre sobre la hipótesis de trata de personas.
Entonces, de alguna manera, esta situación da cuenta de la demora en llegar a la nueva hipótesis.
- La gente se pregunta “por qué después de 13 años”; la respuesta es esa. Pero en el instante en que en la causa ya no quedaba qué hacer resolvimos iniciar una nueva investigación de cero, con un equipo interdisciplinario. Hay que recordar también que esta causa fue investigada bajo el viejo sistema inquisitivo, formalista, en el que investiga es el juez, que hace foco en el trámite en la burocracia, lo que le quitaba agilidad a esta investigación.
Sigue bajo ese sistema, pero la jueza Mariela Giménez, desde que asumió en el juzgado en abril de 2021, prácticamente le delegó la investigación al Ministerio Público Fiscal. Nos hizo lugar a las medidas, compartió la hipótesis fiscal y eso permitió darle otro impulso a la causa.
A través de una medida de no innovar solicitada por la fiscalía, se pudieron conservar intactos los datos de las empresas telefónicas respecto a sábanas de llamadas con impactos de antenas de ese año. Esto posibilitó que se haya podido hacer el estudio técnico de geolocalización de mucha gente que dijo haber visto a María Cash pero que no estaba en el lugar que dijo que la vio.
Entre algunos ejemplos de ello, figura la declaración de un abogado que fue imputado por falso testimonio el 20 de noviembre pasado. ¿Qué otros casos similares se registraron?
- Contemporáneo a ese hecho hubo un médico de la provincia de Jujuy que dijo que María Cash estuvo en esa ciudad, que tampoco fue cierto. Todo esto alivió la situación de Romero, quien había vuelto a decir que la había dejado en la Difunta Correa, con lo cual la pesquisa se desvió inmediatamente de producido el hecho.
- ¿Cuáles son los indicios y pruebas que, a partir de esta nueva mirada del caso, llevaron a la fiscalía a poner a Romero en primer plano?
- En primer lugar, el hecho de que no se presentó de manera espontánea, sino que su señalamiento surge de la declaración de un baqueano [René Torres], quien indicó que vio a Cash cuando subía al camión del acusado, lo que se pudo establecer porque dio las características del rodado, la empresa y demás datos que permitieron identificar a Romero. Pero no quiero dejar de mencionar que la investigación fue muy minuciosa, al punto que se analizaron y descartaron 400 avistamientos de María Cash, personas que dijeron haberla visto y que no resultó real. Todo esto también influyó para apuntar los reflectores hacia la última persona que la vio y cómo fue ese contacto.
¿Cómo califica la declaración que brindó Romero?
- Creemos que dio una declaración mentirosa, inexacta y, en todo momento, trató de aferrarse a las declaraciones de personas que ya nosotros tenemos comprobado que desviaron la investigación. Por supuesto que negó ser el autor del hecho, pero claramente se comporta como un culpable y cada vez tenemos la sensación de que no nos dice la verdad. Por ejemplo, nos llama la atención como la describe a María Cash, sin dar precisiones, cuando, según él, la llevó unos ocho kilómetros. Y notoriamente miente cuando dice que la dejó cerca de la Difunta Correa, pues nadie más la vio en ese momento, a lo que se suman otras inconsistencias en sus viajes [la referencia es a la alteración de horarios y a su rutina el 8 de julio].
¿La fiscalía tenía expectativas en un quiebre que lleve a desentrañar lo sucedido con la joven diseñadora?
-Sí, por supuesto. Esto ya lo he mencionado, pero la verdad es que yo represento para la familia el fracaso del Estado en la búsqueda de María Cash. Y, digo más, aunque tal vez no sea políticamente correcto, más que la sanción penal, lo que yo querría decirle a la familia es dónde está su hija y qué pasó con ella. Fíjese que la desaparición es peor que la muerte de un hijo, la que de por sí es inconmensurable en un ser humano; la desaparición es peor.
De mínima, nosotros tenemos la esperanza y aún albergamos que nos diga dónde está el cuerpo, o que nos dé detalles para darle respuestas a la familia.
¿Considera sospechoso el comportamiento de las personas que componen el entorno de Romero?
- El camionero se comporta como un culpable y le recomienda que no cambien sus declaraciones, que digan lo que ya habían dicho hace trece años, lo cual no se compadece con una persona inocente, que no tendría qué esconder ni tampoco recomendarle a su entorno cómo declarar. Desde la fiscalía creemos que existen fuertes indicios de una connivencia.
¿Cuáles son ahora los pasos a seguir?
- Hemos solicitado a la jueza una inspección ocular con el imputado, a fin de que nos diga, a partir de sus declaraciones, donde levantó a Cash y dónde la dejó, ya que para nosotros no guardan relación con las constancias de la causa, en especial de los lugares que existían. La otra medida que se pidió fueron rastrillajes sobre una zona que pensamos racionalmente que Romero podría haber descartado el cuerpo, despliegue que va a llevar un tiempo. Estimamos entre una o dos semanas, pues se debe analizar cuáles son los campos a rastrillar, tomar los recaudos constitucionales para ingresar a esos lugares, ya que son propiedad privada.
Para esta tarea, estamos en contacto con el organismo que se creó, justamente, a raíz de la desaparición de María Cash; me refiero al SIFEBU [el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas], dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación, con el cual ya hemos hecho otros rastrillajes siguiendo otras hipótesis. Pero esta, creo yo, es la más concreta.
Pero tampoco descarto que también se puedan despertar expectativas falsas, pues se trata de buscar restos que hace trece años habrían sido dejados ahí, con todas las variaciones que se podrían haber producido, desde la vegetación, los animales, etcétera. Hay millones de motivos por los cuales esto tal vez no sea exitoso, pero como está circunscripto a un lugar, entiendo que debemos hacerlo.
¿Qué expectativa tiene la fiscalía con estas medidas?
-Hay esperanza. Son muchos años de trabajo, ahora con un equipo interdisciplinario. Nuestra esperanza es darle una respuesta a la familia y que se quiebre el pacto de silencio que se vio fortalecido por las falsas denuncias, voluntaria e involuntarias, que llevaron a la búsqueda rápidamente en un sentido erróneo. Cuando la justicia provincial remitió la causa a la órbita federal, en definitiva, ayudó a poner a buen resguardo a los que intervinieron en el último traslado de María.
MPF Nación
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