Raúl Zaffaroni recibió el Diploma Honoris Causa de la Universidad Nacional de Salta

01/07/2024

El pasado viernes, la Universidad Nacional de Salta (UNSa) entregó el Diploma Honoris Causa al Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, lo hizo siguiendo lo dispuesto en la Resolución Nº 235/24, del Consejo Superior de esa Casa de Altos Estudios. La decisión se dio en virtud de la importante trayectoria profesional y prestigio internacional que lo convierte en una eminencia y referencia ineludible en el mundo del derecho.

Eugenio Zaffaroni agradeció el otorgamiento, sobre todo, porque fue concedido durante junio, mes en el que se conmemora el anivesario por el fallecimiento del héroe nacional Martín Miguel de Güemes: “es la provincia que nos garantizó nuestra independencia”, expresó. Luego brindó la Conferencia Magistral “Los Desafíos Actuales del Derecho Penal”, donde se explayó sobre la realidad latinoamericana y la aplicación del derecho penal en el continente.

Sostuvo que hoy se está frente a un momento difícil de la historia latinoamericana donde predomina “una falsa clasificación de ideologías”, mayormente vinculados a pensamientos de izquierda o derecha. Dijo que América Latina lleva más de 500 años de colonialismo y consideró que lo que realmente predonima en todo el territorio es la “disyuntiva fundamental entre soberanía y dependencia”.

Es por ello que dijo que el análisis sobre cómo se aplica el derecho penal en la región parte principalmente sobre cómo se construye ese sistema de interpretación con el objetivo práctico de que “los jueces hagan de nuestras interpretaciones, sus jurisprudencias”. El Dr. Zaffaroni destacó que “cada acto del Poder Judicial es un acto político”, es decir, surge en base a determinadas teorizaciones, que luego se convierten en programas políticos. Es en ese sentido que remarcó que la dogmática que se fue formando y se aplica hoy, se fue desarrollando en base a teorícos del viejo continente, específicamente de Alemania.

“Pensemos que durante mucho tiempo, hasta mediados del siglo pasado, dominó en nuestra doctrina penal un positivismo de reduccionismo biologisista peligrosista racista y de caracter policial”, expresó, sostuviendo que esto era aplicable porque se insertaba bien con las repúblicas oligárquicas de ese entonces. Tras la segunda guerra mundial, esta doctrina penal quedó sin sustento y la región buscó asentar sus bases en la doctrina penal alemana.

Para Zaffaroni esta búsqueda y aplicación del dogma alemán ocasionó que los países latinoamericanos dejaran de lado el sentido político propia de cada sistema, sea bueno o malo. “Nosotros los continuamos recibiendo, pero lo hacemos en un contexto que nada tiene que ver con los contextos de los modelos alemanes que hemos traído”, manifestó, asegurando que actualmente la región no se asemaja al análisis que se hace desde la doctrina penal alemana.

A modo de ejemplo, recordó que la sobrepoblación penal en la mayoría de los países de Latinoamérica superan los límites de la tolerancia establecidos por Naciones Unidas. Esto porque existe un 200% o 300% de sobrepoblación, con un número de funcionarios que no va en coincidencia con el número de presos, teniendo como consecuencia cárceles manejadas por presos, que en algunos casos, pueden dar lugar a motines.

Table
  1. Estados debilitados
  2. Criminología mediática

Estados debilitados

Para el Dr. Zaffaroni uno de los grandes problemas actuales en relación a la aplicación del derecho es que existen Estados debilitados. Aseguró que “los Estados de derecho se van degradando, pero no se van convirtiendo en un Estado policial, sino que se van debilitando porque el poder punitivo formal es sobrepasado por un poder punitivo informal”. Este crecimiento informal se da porque existe un aumento del ejercicio de parte de las policías autonomizadas, organizaciones delincuenciales, grupos de autodefensa o los denominados justicieros, las brigadas, etc. “El poder punitivo va saliendo de la mano del Estado y el Estado no lo controla”, manifestó.

A ello sumó que cada uno de esos ejercicios de poder punitivo trae aparejada hechos de recaudación fiscal, conocido como los casos de corrupción. El ex juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, sostuvo que hoy el poder punitivo pierde el monopolio de la recaudación fiscal y suma otros grandes errores, como que desde el Poder Ejecutivo se decida derivar funciones policiales a las fuerzas armadas, ocasionando grandes problemáticas. Eso ocasiona una ausencia de respeto y confianza de la población, lo que evidencia un “Estado que perdió el monopolio del poder punitivo, el monopolio de la recaudación fiscal y ve debilitada su defensa nacional”, reiteró.

El Dr. Zaffaroni afirmó que en el contexto actual también se autonomiza a la fuerza policial, llevando a que los políticos hegemónicos manejen la policía para sostener la represión. “Se está haciendo todo lo contrario” al uso efectivo de las fuerzas de seguridad, ya que “en nombre de la policía se arman las cúpulas (al poder político). Eso es muy grave”, manifestó.

En ese sentido, cuestionó el discurso de ciertas autoridades de los Ejecutivos que proliferan una política de “prevenir el delito”. “Es ridículo, porque el delito no existe, es una abstracción, lo que si existen son los homicidios, las estafas, los hurtos, etc”, expresó. Por ello dijo que lo que deben hacer los Estados es identificar qué conflictos se quieren prevenir y cuáles son las características que tienen. “Hay que conocer la realidad y reverla”, indicó, criticando que desde el Estado argentino “no se invierte un solo peso en estudiar la realidad de los delitos, sobre todo, de los violentos”.

A modo de ejemplo, recordó que -por un trabajo que impulsó desde la Corte Suprema- se analizaron los datos de los homicidios ocurridos en la Provincia de Buenos Aires, en los últimos 10 años. “Puedo decir que (la cifra) ha bajado un 50%”, ya que antes se tenía 200 homicidios por año, y hace dos años, se tiene 100. Además, de que “no es cierto que domina el homicidio en ocasión de robo, ya que hay sólo un 15% de ello, el resto son intrafamiliares o vecinales”, contó. “Si alguien quiere prevenir el delito tiene que tomar esos datos, saber cuál es la situación conflictiva y, llegado el caso, fortalecer la prevención secundaria donde participamos todos”, agregó.

Criminología mediática

Para el Dr. Zaffaroni, una de las razones que llevan al crecimiento del poder punitivo en los estados de la región, se vincula con la “criminología mediática”; reconocida como el conjunto de noticias criminales de diversa índole que difunden los distintos medios de comunicación de manera impropia y con lenguaje desmesurado, mostrando mensajes con imágenes violentas y agresivas, causando así miedo en la población y afectación social.

El abogado penalista tomó como ejemplo el proyecto que impulsan las autoridades del actual Ejecutivo Nacional, donde se pretende bajar la edad de responsabilidad penal a 13 años. “Es demencial”, expresó, recordando que la edad de imputabilidad ya se bajó en el país durante la última dictadura cívico militar. Para el Dr. Zaffaroni es necesario recordar que los indíces de homicidios se mantienen en la media en Argentina, en comparación con países de la región, como el norte de Estados Unidos, Colombia o México. “¿Qué es lo que produce semejante cantidad de homicidios? Es el arma de fuego que domina en todos lados”, se respondió, indicando la peligrosidad en habilitar la tenencia de armas.

Es por eso que apuntó contra la crimonología mediática que “inventa una realidad que no existe o que si existe es diferente”; logrando en muchos casos que desde lo político se le responda “agravando penas, siendo inconstitucional”, facilitando que “se vende la ilusión de que se están combatiendo los delitos”, expresó. Insistió en el que los Estados “dan por cierto la criminología mediátia, creando una fe absoluta en la prevención general, y sosteniendo (el discurso social de) que cuánto más penas, menos se va a delinquir”, agregó

Para el abogado se da una configuración de un “falso dios”, donde se dictamina que “es el poder punitivo el que puede resolver cualquier cosa”. Es por eso que reiteró que el poder punitivo no tiene un legitimación, sino que es un acto de poder político. Dijo: “si no lo contenemos dentro de los límites minimamente racionales se pierde el control jurídico racional del poder punitivo y este se escapa. (E incluso) se puede acabar en un genocidio”. Además añadió que al “poder punitivo lo ejercen las agencias ejecutivas”. Por ello consideró que es necesario darle mayor “eficacia a los principios constitucionales y a los principios del derecho internacional”.

UNSa

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