Un hombre de 25 años fue condenado a diez meses de prisión condicional por resultar autor de los delitos de desobediencia judicial (cuatro hechos), amenazas (tres hechos) e incumplimiento de los deberes de asistencia familiar.
La denunciante relató que mantuvo una relación de pareja con el acusado durante nueve años y que se encontraba separada desde 2020, con tres hijos en común. No obstante, él siguió hostigándola, presentándose en la casa de su padre –adonde ella se había mudado- y enviándole amenazas por teléfono (llamadas y mensajes de texto). La denunciante también manifestó que su expareja incumplió el acuerdo por la cuota alimentaria al cual habían arribado durante una mediación judicial.
La jueza Gabriela Romero Nayar le dictó al imputado una serie de normas de conducta que deberá cumplir durante dos años para conservar la modalidad de prisión en suspenso. Entre otras obligaciones, deberá abstenerse de contactarse con la denunciante, por cualquier medio, y de acercarse a ella, a su domicilio y lugares que ella frecuente en un radio de 300 metros; abstenerse de ejercer actos de violencia física o psíquica en contra de la víctima; someterse a tratamiento psicológico para el control de sus impulsos violentos previo diagnóstico de un profesional.
JUSTICIA SALTA
*imagen ilustrativa