Elecciones en el Chaco Salteño: la revolución originaria con un representante Wichí entre los candidatos

El próximo domingo 15 de agosto serán las elecciones provinciales en Salta. Por primera vez un representante wichi puede llegar a ocupar una banca en la cámara de diputados para Rivadavia, el departamento más extenso de la provincia.

“30 años de gobiernos criollos, sólo hubo hambre y abandono. Defendamos nuestra cultura. Sabemos que hay diferencias en nuestros pueblos indígenas. No dejemos que los criollos nos vuelvan a dividir. Debemos apoyar a nuestros hermanos indígenas. Por eso yo voto indigenismo”, así se dirigen a otros paisanos, en un spot de campaña, dos dirigentes de las comunidades de Santa María, perteneciente al municipio de Santa Victoria Este.

El spot se viralizó por varios grupos de Facebook, como así también de WhatsApp. Las respuestas no tardaron en llegar. Por un lado, amenazas e injurias por parte de los criollos opositores a la lista indígena. Por el otro, gran adhesión al mensaje con la contestación: ¡Sí, es hora de despertar! Y con la creación de la consigna: “Paisano vota paisano”.

Desde la vuelta a la democracia, la participación electoral en el Chaco Salteño sólo estuvo dirimida entre el mismo grupo de poder de los criollos, en tanto que “con suerte” las comunidades participaban en los espacios para rellenar las listas. El gran hito se dio en el 2019, por primera vez asumió un intendente wichi, quien es el actual candidato a convencional constituyente de la lista indígena número 41 por el partido Frente Grande. Rogelio Nerón fue quien logró dar vuelta la página de desidia del municipio de Santa Victoria Este, luego de 12 años de gobierno de Moisés Balderrama, ahora candidato a diputado por Gana Salta.

Desde la asunción del 10 de diciembre del 2019, la municipalidad se convirtió en un espacio abierto a todos los hermanos originarios, ya nadie más temió por acercarse, ser parte se volvió un orgullo. Pero lamentablemente, la misma se había quedado sin recursos, así que al asumir Nerón tuvo que realizar una denuncia por todas las maquinarias, equipamientos, vehículos faltantes. Sumada a dicha grave situación, las estadísticas no acompañaban: en el último anuario publicado por la provincia en el 2019, a partir del indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas de hogares, según datos definitivos del Censo Nacional de Población Hogares y Viviendas 2010, el municipio de Santa Victoria Este contaba con un 60,6 % de hogares con NBI, mientras que el total el departamento de Rivadavia con un 49,1 %. En la actualidad, las desfavorables condiciones de vida no se han revertido, tal como manifiesta Nerón: “Santa Victoria Este sigue siendo el municipio más pobre. A nuestras familias se les mueren los niños por deshidratación y desnutrición”.

Aún con este panorama en contra, atravesando la inédita pandemia, Nerón ha podido superar varios inconvenientes, entre ellos dos intentos de destitución por razones de discriminación y racismo, y encauzar una de las mejores gestiones en la provincia: en tan sólo un año y medio, con el apoyo del gobierno nacional, consiguió nuevas maquinarias, camión, proyectos de cercos comunitarios para la agricultura y la cría de animales, pozos de agua, construir represas para los sectores criollos, gestionar nuevas obras a desarrollar en la zona para paliar el gran problema de la escases de agua, el cual se sufre en todo el Chaco Salteño. A pesar de los avances logrados, se suele escuchar que los originarios no saben gobernar, sin embargo, lo que realmente sucede es que nunca habían tenido la oportunidad de hacerlo. Es imposible que Nerón solucione todo o que no se equivoque. Pero a diferencia de los anteriores intendentes y de los actuales legisladores del departamento, gobierna siendo una autoridad al alcance de la población y a partir del propio conocimiento y padecimiento de las necesidades en tanto él vive en la comunidad a la par de sus paisanos.

Resulta penoso que, históricamente, la mayoría de los legisladores e intendentes criollos de Rivadavia sólo vuelven a recorrer parte de las comunidades originarias y criollas cada vez que llegan las elecciones, pero ni regresan para agradecer sus triunfos. Durante los años de los mandatos, el olvido se hace presente, pero se oculta a cuesta de la necesidad de la gente, bajo el manto de temor de perder lo poco que se puede tener: todo el mundo sabe que en vez de generarse políticas equitativas, siguen predominando los favores individuales, el reparto a dedo de cargos, de bolsones de sémola y frangollo, de miserables billetes.

Podemos decir que la disputa actual es entre un proyecto que innova las maneras de hacer política desde los propios pueblos originarios y otro que pretende conservar la estructura de poder de los anclados en sus cargos desde hace décadas. El senador Mashur Lapad, candidato a convencional constituyente por Gana Salta, renueva sus mandatos desde el año 1995. El diputado Ramón “Rana” Villa, candidato a diputado por el Frente de Todos, renueva desde el 2005. Ambos se presentan por espacios opositores, pero como es de público conocimiento, junto a Sergio “Oso” Leavy, presidente del Frente de Todos en Salta, fueron los responsables para que la lista indígena no participe en dicho frente.

El acuerdo era que los intendentes del Frente que ganaran en el 2019, propondrían a sus candidatos para el 2021. Pero el mismo se quebró sin mediar palabra de los protagonistas de la victoria. A última hora del viernes 14 de mayo del corriente año, un día antes del cierre de listas, Nerón se enteró que Rogelio Segundo no podría participar como candidato a diputado, ni tampoco entrarían ninguna de las listas únicas para concejales correspondientes a los tres municipios. Inmediatamente, comenzaron a sonar los teléfonos en Buenos Aires. Tras horas de negociaciones, con el respaldo de Jefatura de Gabinete, se obtuvo la lista del partido Frente Grande para competir este 15 de agosto.

Lo que está en juego en estas elecciones es el futuro de los pueblos originarios, los cuales se han comenzando a organizar y no darán marcha atrás. En los últimos días de campaña, los jóvenes indígenas salieron a acompañar a sus candidatos, quieren ser parte de la historia. Lo hacen para defender su cultura, su tierra, sus vidas y las de sus familias y hermanos. Pero no sólo piensan en ellos, hay que dar cuenta que el indigenismo gobierna para todos. Este domingo será una nueva posibilidad para seguir abriendo caminos. El desafío siguiente es que, en el 2023, las comunidades originarias alcancen las intendencias de los tres municipios y la senaduría por Rivadavia en donde son la mayoría de los habitantes.

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