Las venas muy pronunciadas en el dorso de la mano constituyen un problema estético que hasta la actualidad no tenía solución. Gracias a la Fleboterapia Restaurativa ahora es fácil de solucionar y se precisa de una a tres aplicaciones que duran menos de un minuto. Un tratamiento inocuo que no entorpece el uso cotidiano de las manos. El Dr. Miguel AngelGramajoBooth, médico flebólogo universitario y miembro del American College of Phlebology, es pionero en la aplicación de este método.
Hasta hace muy poco tiempo este tema no tenía solución, pero gracias a la Fleboterapia Restaurativa, método desarrollado por el Dr. Miguel AngelGramajoBooth -médico flebólogo universitario y miembro del American College of Phlebology- ahora es fácil de resolver.
El procedimiento es sencillo, ya que es mínimamente invasivo y de aplicación local; consiste en inyecciones de sustancias naturales con agujas del grosor de un cabello que trabajan sin esclerosar ni eliminar la vena, sino estimulando mecanismos naturales de reparación. El intervalo entre las aplicaciones es de dos semanas y no entorpece en absoluto el uso cotidiano de las manos.
“Muchas veces, con el paso de los años, las venas de las manos se comienzan a notar cada vez más, pero son venas sanas. Por una cuestión estética, las venas saltonas molestan a muchas mujeres, al igual que las manchas en las manos, ya que delatan la edad. Pero estas venas no deben ser eliminadas porque significaría un grave daño a la mano, dado que allí no hay una circulación colateral de reemplazo como en las piernas. Entonces, si se elimina esto, el miembro queda con un pequeño edema que hace que se pierda la sensibilidad fina que solía tener”, explicó GramajoBooth, quienes pionero en procedimientos de recuperación funcional sin extirpación.
A diferencia de los métodos esclerosantes, que llevan a la abolición de las venas, con la Fleboterapia Restaurativa se puede observar cómo la vena que se va reduciendo, se va curando.
“Las venas de las manos se tienen que ver y si no se ven, no es natural. Es como si no tuviéramos nariz. Afortunadamente son resistentes, porque son venas sanas, entonces tienen una muy buena respuesta al tratamiento, mucho mejor que las venas enfermas. Con una sola aplicación, en una semana se ve la reducción de la arquitectura venosa. Pero si la paciente quiere que queden más pequeñas, se pueden hacer más aplicaciones. Al comparar al final del tratamiento, las venas se siguen observando pero ya de manera mucho más estética y sanas. Y están transportando sangre, que es su función”, destacó el prestigioso flebólogo.
El doctor GramajoBooth afirmó que generalmente “las aplicaciones se dan cada 20 días”, pero reiteró que “a la semana ya se pueden observar los resultados. Muchos pacientes están bien con una sola aplicación”. De todos modos, para lograr un buen efecto de reducción de las venas de las manos, deben realizarse de una a tres aplicaciones.
“Se cura porque la vena es un tejido que tiene un gran poder de regeneración. No todos los tejidos del cuerpo se regeneran igual. Ante un estímulo determinado se engrosa la pared, disminuye la luz, disminuye la presión y se reduce el volumen. En una palabra, recuperó tejido la pared. El resultado estético es impresionante”, destacó.
El experto aseguró que sólo el 1% de los pacientes llega al consultorio para consultar por este motivo. En general, las manos se tratan como un complemento a tratamientos de várices. Si bien son más las mujeres que tratan sus manos, los hombres también lo hacen y según GramajoBooth “vienen menos pero son más constantes”.
Fleboterapia Restaurativa en pocas líneas:
1) Restablece la función a la normalidad.
2) Su ejecución es rápida y los resultados inmediatos.
3) Máxima prioridad en lograr los mejores resultados estéticos.
4) El tratamiento es indoloro
5) Inmediato reintegro a las actividades cotidianas.
6) Mejor evolución futura con menos factores de riego.
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