Armada Argentina: La primera mujer del Escalafón Técnico es salteña

La teniente de navío Verónica Fabiana Geréz es la primera mujer en realizar el pasaje del cuadro de Suboficiales a Oficiales. “La Armada siempre me sorprendió, en el sentido en que yo tenía determinadas expectativas para mi carrera y siempre las superó”, expresó.
 
Verónica Fabiana Geréz, con la especialidad de mecánica sistema de armas, es la primera mujer en la historia de la Armada Argentina en realizar el Curso de Ascenso de Suboficial a Oficial (CASO). Actualmente es teniente de navío –en el 2º año– del Escalafón Técnico y se desempeña como jefa del Hogar Naval, en Capital Federal.

Oriunda de Salta capital, está casada desde hace 17 años con Gabriel Fernando Savinell, quien es suboficial segundo en la misma Institución.

En un principio de sintió atraída por el uniforme que usaban las jóvenes que en Salta asistían al Liceo Naval Francisco de Gurruchaga, el único liceo femenino del país. “Cada vez que había fiestas patrias veía a las chicas del liceo desfilar. Un día pasé por la delegación naval y ahí vi los barcos y los chicos de uniforme… y me vi en ese lugar. Fue como la posibilidad de cumplir un sueño”.

La teniente Geréz tenía 19 años cuando rindió, entre 400 aspirantes femeninas del Noroeste argentino, los exámenes necesarios para ingresar. Aún recuerda cuando el 24 de diciembre de ese año llamó por la mañana a la delegación para saber si había novedades porque necesitaba definir su vida. Cuando le dijeron que había entrado se puso muy contenta. “A partir de ahí mi vida cambió muchísimo”. 

Aunque recibió el apoyo de toda su familia, su mamá y sus dos hermanos varones más pequeños lloraron al momento de su partida; la veían muy joven para que se fuera sola a Buenos Aires. “Yo no lo veía así. La verdad es que tenía todas las ganas de poder hacerlo, era como un desafío y quería pasarlo”. 

Su madre tenía sentimientos encontrados. Por un lado, la felicidad de saber que su hija aspiraba a tener un futuro mejor; por otro, la tristeza de que estuviera lejos y sin la posibilidad de acompañarla en todo. “Para mi mamá siempre fui su orgullo”.

Los inicios en la Armada

Su etapa de instrucción fue “como empezar de cero”. “Es acostumbrarte a una nueva forma de vida, con horarios, con exigencias constantes”. 

“La Escuela fue todo un desafío, tanto físico como mental, porque teníamos que rendir las pruebas físicas, aprender a nadar –que yo no sabía–, estudiar, convivir con personas que no conocíamos”. Los regionalismos y tonadas de diferentes partes del país se unificaban en un solo lugar por primera vez. “Era todo nuevo”. 

Allí se generaron nuevas amistades, “formamos una nueva familia”. “Por eso se habla de la gran familia naval, porque al entrar a la Armada te encontrás con personas que te ponen el hombro cuando estás triste, cuando no das más, cuando querés abandonar. Es tu amiga, tu hermana de la vida, la que está al lado tuyo”.

El pasaje de Suboficial a Oficial 

Verónica es, además, licenciada en Comunicación Social con orientación en Planificación Comunicacional, título que obtuvo en la Universidad Nacional de La Plata. “Cuando me recibí de licenciada en el 2003, en su momento mi jefe, el capitán Ulloa, me había propuesto pasarme al Cuerpo Profesional. Como yo estaba casada con un suboficial, y por las reglamentaciones vigentes en ese momento, no podía hacerlo”. 

Siendo cabo principal, en el 2006 Geréz recibió una invitación para hacer el curso CASO. En ese momento habló con su esposo “porque era una decisión que nos cambiaría la vida a los dos”. Él le manifestó que si eso representaba para ella una posibilidad de crecer, iba a apoyar su decisión. “Como las reglamentaciones habían cambiado, él pudo seguir siendo suboficial y seguimos casados”. 

Respecto a su pasaje al cuadro de oficiales considera que, desde lo profesional, hubo un cambio. “Como oficial sos responsable de tu personal y del material que tenés a tu cargo. El asumir esa responsabilidad, al menos para mí, te lleva a exigirte más. El suboficial asesora al oficial y el oficial toma las decisiones. Como oficial puedo tomar decisiones y provocar cambios importantes en base a mis conocimientos y al asesoramiento que recibo de mi personal”.

El hecho de ser la primera mujer en hacer el pasaje del cuadro de suboficiales a oficiales lo ve “con una cuota de orgullo. Igual creo que sin mis compañeros no lo hubiera podido hacer. Ellos me apoyaron en todo momento y me cuidaron, nunca me dejaron de lado, fui una más del equipo. Siempre me sentí muy protegida y acompañada, hasta el día de hoy”.

Su vida como oficial

“La Armada siempre me sorprendió, en el sentido en que yo tenía determinadas expectativas para mi carrera y siempre las superó. Cuando era suboficial mi aspiración era llegar a suboficial principal o mayor y me dio la posibilidad de pasar a oficial. Cuando fui oficial mi perspectiva era dedicarme a mi rama, estar en armamento o algo por el estilo, y ahora estoy trabajando en un hogar de niños”. 

La teniente Geréz espera, como técnica, llegar a la máxima jerarquía para abrir las puertas a otras mujeres. “Me gustaría hacer una diferencia, no sólo para las mujeres de la Armada sino también para los hombres que sirven en la Armada y a su país”. “También me gustaría participar de una Operación de Paz para poder ver otros estilos de vida pero, principalmente, espero que la institución me sorprenda y me desafíe año a año con cosas nuevas”.

Desde que egresó como teniente de fragata técnica en el 2008 hasta la actualidad se desempeñó en el Departamento Ingreso del Liceo Naval Almirante Brown, como alcalde en Viviendas Fiscales y, actualmente, como jefa del Hogar Naval. “Cada destino aportó algo que me hizo crecer en distintas áreas”. 

Verónica considera que lo más rico de todo, tanto en su etapa de oficial como de suboficial, son las personas y las experiencias que ellos le dejan. “Siempre va a haber una persona que te va a ayudar. Eso es lo que tiene la Armada, siempre aparece una persona que te apoya, que te escucha, que te brinda su experiencia… y eso es la gran familia naval, la que uno forma en cada destino al que llega, que es el personal civil y militar. La gran familia naval somos todos”.

Medio centenar de oficiales se reunieron para celebrar el 61° aniversario del escalafón técnico

El 15 de octubre pasado, más de 50 oficiales –en las jerarquías de teniente de fragata hasta capitán de fragata del Escalafón Técnico de diversas zonas navales y destinos y cursantes del presente ciclo lectivo– se reunieron con motivo del aniversario en el Casino Naval de Villa Adelina (Buenos Aires).

El escalafón técnico posee características versátiles. Los oficiales que a él pertenecen pueden prestar servicios en cualquier comando, organismo o dependencia de la Institución –y con el correr de los años las actividades, funciones y tareas que cumplen se han incrementado, ampliado y enriquecido debido a las constantes exigencias y cambios que afectan a la Armada–, a lo que se suman las necesidades cada vez más concretas de contar con personal con conocimientos técnicos muy específicos y con gran experiencia práctica.

En la Armada Argentina el primer antecedente respecto al ascenso de suboficial a oficial se encontró el 30 de mayo de 1945, cuando se promulgó el decreto Nº 10.700, sustituto de la Ley Orgánica para el Personal de la Marina de Guerra. Éste establecía en su artículo Nº 38 la primera mención acerca de la posibilidad de ascenso de suboficial a oficial, estipulando que los mismos debían tener más de 12 años de servicio y satisfacer las condiciones establecidas en la reglamentación vigente. 

El hito histórico que se toma para conmemorar el día del Escalafón Técnico es la primera promoción de nueve hombres que el 15 de octubre de 1953 egresaron como guardiamarinas tras realizar el Curso de Capacitación para el Ascenso de Suboficiales a Oficiales (CASO) en la Escuela de Suboficiales, con una duración de 2 años. Desde 1977, el curso se realiza en la Escuela Naval Militar. A partir del 2003 su duración se determinó en un año del cual egresan, actualmente, con el grado de teniente de fragata.

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