Esta experiencia está enmarcada en el programa Turismo Inclusivo de la Municipalidad. Alrededor de 500 chicos de distintos barrios de la ciudad recorrieron los museos, subieron al teleférico y disfrutaron de una verdadera jornada turística.
Salta se consolida cada vez más como un eje turístico de la región y el país, por lo que realizar un tour por todos los lugares más emblemáticos de la ciudad es lo que busca mucha gente. Es por eso que el municipio ya logró que, en lo que va del año, casi 500 chicos visiten estos lugares.
A través de los programas “Turista por un Día”, “Conociendo mi Ciudad” y “Pequeños Anfitriones”, casi 500 chicos recorrieron los principales atractivos turísticos de la ciudad. Desde hace cinco años el municipio lleva adelante tareas de turismo inclusivo con todos los vecinos.
Un día distinto
La actividad de los chicos comienza en la plaza 9 de Julio, desde donde realizan un city tour, visitando los principales atractivos del casco histórico: Catedral Basílica, Cabildo Histórico, Museo de Arte Contemporáneo, Museo de la Ciudad “Casa de Hernández”, Museo de Arqueología de Alta Montaña, Iglesia San Francisco, Monumento a Güemes, Monumento 20 de Febrero y Convento San Bernardo.
Este recorrido de aproximadamente dos horas se efectúa a bordo del Bus Turístico. Posteriormente, los chicos son trasladados al teleférico. En la cima del cerro San Bernardo, los pequeños disfrutan de un refrigerio con gaseosas, sandwiches y golosinas.
Durante estas actividades se les enseña a los chicos a cuidar la limpieza de la ciudad, a ser amables con los turistas y a cuidar los atractivos.
Sensibilización de los vecinos
El titular de Turismo y Cultura, Rodolfo Antonelli, aseguró que “no se puede proteger lo que no se ama y no se puede querer lo que no se conoce. Es por ello que por expreso pedido del intendente Miguel Isa, venimos trabajando fuertemente en la sensibilización de los vecinos de la ciudad”.
Estos programas consisten en enriquecer la educación, generando sentimientos de pertenencia y arraigo, lo cual permite revalorizar la identidad local mediante el contacto directo con el patrimonio cultural.
“La manera de lograr una sensibilización sobre la importancia del patrimonio histórico es comenzando por lo más cercano a nosotros: el lugar donde vivimos. Si los adolescentes conocen el patrimonio histórico de su entorno, a través de nuestros programas, se logra que lo valoricen y lo cuiden”, sostuvo el funcionario.
“En varias oportunidades había chicos de los distintos barrios, que no conocían el centro de la ciudad y muchos menos habían andado en el teleférico. A lo largo de cada jornada se les brinda contención, se les sirve la copa de leche y se les hace conocer los atractivos más importantes de la ciudad”, concluyó Antonelli.