Hoy el jefe comunal le entregó las llaves del local donde Milagros iniciará su propio emprendimiento. Fue construido por la Municipalidad, la Cooperadora Asistencia y el Estado nacional.
Milagros es una vecina de 57 años que vive en el barrio Norte Grande. Cuando era muy chica a causa de una meningitis sus piernas quedaron paralizadas y nunca más volvió a caminar. Es madre de cinco mujeres y un varón y ya tiene 15 nietos. Toda la ciudad la reconoce como una persona luchadora que siempre trabajo para ser independiente y salir adelante con su familia.
Esta mañana Milagros recibió de manos del intendente Miguel Isa las llaves que le permitirán alcanzar sus sueños; ser empresaria y manejar su propio negocio. La Municipalidad, junto a la Cooperadora Asistencial y el Estado Nacional, trabajaron en conjunto para construir dentro del terreno donde está ubicada la casa de Milagros, un comedor totalmente equipado. Allí, junto a su familia, podrá montar su propio negocio gastronómico e impulsar un microemprendimiento.
“Ella es un verdadero ejemplo a seguir, a pesar de los obstáculos y adversidades que le puso la vida enfrente Milagros salió adelante, rompió con todos los esquemas y logró criar a sus hijos, mantener a su familia y ayudar a sus nietos a crecer”, aseguró el Intendente.
“Este local me va a cambiar la vida, voy a poder cumplir uno de los tantos sueños que siempre tuve, ser empresaria. De chica quería aprender a componer música, tocar la guitarra y cantar, pero mi madre nunca tuvo el dinero para comprarme instrumentos y mandarme a clases. Eso ya quedó atrás. Ahora estoy estudiando para terminar la primaria, pero hasta ser abogada no paro”, aseguró Milagros Laime.
Esta vecina trabaja para el Club de la Liga. “Soy la mejor vendedora que tiene el bingo. Ahora estoy pensado que voy a tener que dejar de trabajar ahí para poder estar en el local junto a mis hijas, pero en la Liga no quieren que los abandone”, comentó Milagros.
Todos los días asiste a la escuela José Uriburu a tomar clases. Está cursando el cuarto grado y es uno de los mejores promedios de su clase. “Retome mis estudios a los 53 años, de chica tuve que ayudar a mi familia a mantener la casa. La escuela también me permitió contactarme con un médico del barrio que me va a ayudar a hacerme la dentadura nueva. Sino también esta el móvil odontológico de la Municipalidad. Sea como sea, voy a volver a mostrarle mi sonrisa al mundo”, añadió.
“Hace meses Milagros se acercó a la Municipalidad para pedirnos ayuda. Nuestros agentes sociales la visitaron y no solo verificaron su situación, sino que también conocieron un proyecto en el que venía trabajando, abrir su propio restaurante. El espíritu emprendedor y la fortaleza que tiene Milagros es sorprendente, nosotros hicimos todo lo posible por ayudarla a cumplir con sus objetivos. Además, efectuamos las gestiones necesarias para que desde la Nación le envíen los equipos de cocina que necesitará para trabajar”, aclaró el jefe comunal.
“No tuve mucha suerte a lo largo de mi vida, no fui una mujer afortunada, muchas veces estuve al borde del abismo y a punto de caer. Pero esto no me frenó, se que es difícil para mucha gente, pero no hay que bajar los brazos. Tenemos que seguir luchando para salir adelante y cumplir con todos nuestros sueños”, dijo Milagros.
Una de las características que le permiten a la comunidad reconocer a Milagros es que a pesar de su discapacidad nunca se manejó en sillas de ruedas. Para trasladarse de un lado al otro siempre prefirió hacerlo por sus medios. “Es cierto que dañé mucho mis rodillas y manos, pero yo siempre fui una persona independiente. No quería molestar a nadie para que me ayude a moverme en mi silla de ruedas, pero ahora ya estoy grande y voy a tener que usarla, nomás”, añadió.
Finalmente, el jefe comunal junto a la secretaria de Acción Social Ivette Dousset, se comprometieron a realizar las gestiones pertinentes para que Milagros reciba una nueva silla de ruedas eléctrica.