Si bien la hermosura cumple estereotipos fijados por la sociedad, un pensamiento hacia uno mismo sano suple estas exigencias y las supera. Esa percepción positiva sobre ti misma, te hará sentir más segura.
Quererse a sí mismo puede parecer algo común y básico en los seres humanos. Sin embargo, no siempre se logran los niveles ideales para vivir una vida sana mentalmente y proyectarla a los demás. Hay que dar pasos hacia la anhelada felicidad proyectando lo bello.

Si bien la belleza cumple estereotipos fijados por la sociedad, una autoestima sana suple estas exigencias y las supera. Una persona con autoestima sana, trabajará para verse más hermosa o más a gusto consigo misma. Esa percepción positiva sobre sí, la hará sentir más segura. Será la base para relacionarse con los demás, quienes notarán esa forma de interactuar. Por esta razón, una persona con una autoestima sana, será siempre más deseable y agradable para otros. Hace que uno se perciba dentro del mundo de una forma positiva o con una orientación negativa, según el estado en que se encuentre.

¿Cómo fortalecer la autoestima?
En trabajos terapéuticos, estos componentes se trabajan a través de tareas sencillas como pedirle al paciente que enumere sus cualidades, sus habilidades y sus gustos, entre otras cosas. Se solicita que la persona haga cosas que le guste, que sienta placer y en las que sus habilidades sean aprovechadas.

La clave es aprender que independientemente de lo que otros piensan o sientan, hay que tener claro lo que pienso y siento por mí.

Si conozco lo que me gusta, las cosas para las que soy buena, mis defectos y mis cualidades y pongo todo eso a trabajar a mi favor, iré sintiéndome cada vez mejor conmigo misma, así y todo si en ocasiones el ambiente me genera dolor o incomodidad. Ser bella también es concebirlo.

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