Día Internacional del Aire Puro

Cada año, los terceros jueves de noviembre se conmemora el Día Mundial del Aire Puro, fecha que fue instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1977. Su origen se remonta a una gran movilización en pos del cuidado del medio ambiente que, cuatro años antes, había comenzado con reclamos motivados por una serie de notas de un periodista norteamericano.

La importancia de este día es reconocida en todo el mundo. Generar acciones y controlar ¨la contaminación del aire, requiere combatir las emisiones vehiculares, evitando la liberación de gases tóxicos por la quema de plástico y basura, y promoviendo una recolección y disposición de desperdicios eficiente¨, señaló el Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Klaus Toepfer, en ocasión de celebrarse el Día Mundial del Medio Ambiente.

En nuestro país, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación asumió esa tarea a través de diversas acciones. La más reciente la constituye la firma de un Acuerdo con el Estado de Colorado, Estados Unidos, para trabajar en cooperación sobre temas relacionados con el medio ambiente. Entre las actividades previstas en el marco del Convenio, se encuentra el apoyo a la Argentina para el desarrollo de un Programa Nacional sobre Calidad de Aire.

En esa misma línea, el Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación inauguró días pasados el primer laboratorio del país destinado a la certificación de emisiones gaseosas vehiculares de automóviles 0 KM. De esta forma. El programa de control de la contaminación del aire y la inauguración del establecimiento para la inspección de emisiones gaseosas de vehículos, le permite a nuestro país a través de la Secretaría de Ambiente, como Autoridad de aplicación, llevar a cabo certificaciones en las condiciones exigidas por la Ley de Tránsito y Seguridad Vial Nº 24449.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, a escala mundial 1,5 billones de residentes urbanos soportan la contaminación del aire, que supera los niveles máximos recomendados. En ese orden, un millón de muertes pueden ser atribuidas exclusivamente a la contaminación por partículas y dióxido de sulfuro, en su mayoría provenientes de las emisiones de vehículos.

Otro grave problema de contaminación atmosférica lo constituye la generación de gases de efecto invernadero producto de la descomposición de los desechos que se encuentran en basurales a cielo abierto.

En nuestro ámbito, para combatirlo y mejorar la salud de la población, la Secretaría de Ambiente lanzó la Estrategia Nacional de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (ENGIRSU), que se propone como meta eliminar en todo el país los vertederos a cielo abierto hacia el 2025.

Se hace sumamente necesaria la toma de medidas para paliar la contaminación del aire, cuyos efectos repercuten sobre la salud humana y el ambiente. Sobre todo, teniendo en cuenta que los pronósticos para los años venideros son desalentadores: se calcula que las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2), provenientes en su mayoría de los automóviles, camiones y plantas eléctricas, se elevará en un 60% hacia el primer cuarto del próximo siglo. Más de dos tercios del incremento provendrán de países en desarrollo.

Sin embargo, en nuestro país el panorama se muestra favorable. Sumado a las acciones del Estado para mitigar la contaminación del aire, las estadísticas elaboradas por el Sistema de Indicadores de Desarrollo Sostenible de la Argentina, publicado por el Ministerio de Salud y Ambiente y la Secretaría de Ambiente de la Nación, destacan que en los últimos años se ha detectado una reducción en la emisión de gases de efecto invernadero y en el consumo de clorofluorocarbonados, sustancias que agotan la capa de ozono.

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