Son más de 1.500 los productores de vinos artesanales en el país

04/11/2011

caseosvinos

En la Argentina existen actualmente más de 1.500 pequeños productores que elaboran y comercializan vinos artesanales, y que gracias al trabajo en conjunto con el Estado Nacional están integrados al sistema productivo vitivinícola de la nación.

Ese es uno de los datos más salientes que se destacó en una cata de vinos artesanales premiados que se llevó a cabo ayer en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

El evento fue propicio para exhibir ante la prensa, productores y público en general la calidad de los vinos caseros y artesanales argentinos. Los casi 20 varietales que formaron parte de la degustación obtuvieron importantes distinciones en certámenes nacionales e internacionales, en los que compitieron con vinos industriales de grandes bodegas.

Entre otros, fueron degustados los vinos galardonados con medallas de oro en la exposición Vinandino 2011, el Tercer Seminario Nacional de Vinos Caseros en Lavalle (Mendoza) y en la Tercera Cata Nacional de Vinos Caseros y Artesanales 2011 en la provincia de San Juan.

La cata fue conducida por Claudia Quini, Subgerente de Investigaciones del Instituto Nacional de la Vitivinicultura (INV) y candidata a ser la primera argentina –y la primera mujer en la historia- a presidir la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).

Quini destacó el crecimiento del rubro de vinos artesanales que se produjo desde 2003 a la actualidad, no sólo en cantidad de productores sino en calidad de las elaboraciones. “Esto nos ha permitido incluir este año por primera vez a los vinos caseros en el concurso Vinandino y ha sido un gran éxito porque los catadores extranjeros han quedado realmente impresionados por la calidad de estos vinos artesanales argentinos”, explicó.

El Estado Nacional asiste a los productores de vinos artesanales mediante el Programa Nacional de Vinos Caseros llevado adelante por la Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, a cargo de la Ing. Carla Campos Bilbao.

El Programa de Asistencia tiene por objeto mejorar la competitividad del sector vitivinícola, fortaleciendo la generación de valor y empleo genuino, y en particular, integrar a la cadena de valor vitivinícola a los pequeños y medianos productores y establecimientos procesadores.  

Luciano Di Tella, Subsecretario de Desarrollo de Economías Regionales, destacó ayer que “hoy podemos decir que los productores de vinos caseros están integrados al sistema productivo” y que “por eso hoy tenemos una cantidad de elaboradores de vinos caseros que antes no existía”.

Señaló que, gracias a la asistencia del Estado Nacional para la mejora de la calidad de los vinos, los elaboradores a pequeña escala lograron que se les amplíe a 12 mil litros la cota de producción permitida y que cada vez son más los productores que alcanzan las normas necesarias para generar vinos bajo el sello de “elaboradores de vinos caseros” avalados por el INV.

Cambio radical

Por su parte el Gerente de Fiscalización del INV, Raúl Guiñazú, destacó a la cata de vinos caseros como “un premio para los productores que han sostenido su actividad en tiempos de crisis y también como reconocimiento para las políticas de inclusión que se llevaron a cabo para con este sector tan postergado”.

Guiñazú recordó que, durante la década del ’90, los productores de vinos caseros “eran perseguidos porque no tenían entidad empresarial para comercializar sus productos. Salían a venderlos al costado de las rutas para ganarse la subsistencia y los inspectores les secuestraban o directamente les destruían la mercadería”.

Es que, hasta el año 2003, no existía una categoría oficial que los contuviera y les diera un marco legal y de garantía de calidad para producir. Hoy, el “Vino Casero” y el “Vino Artesanal” cuentan con los avales necesarios para ser comercializados.

Asimismo destacó las políticas de inclusión que llevó a cabo el Ministerio de Agricultura nacional en conjunto con el INV y que permitieron a los pequeños productores de vinos ingresar a la formalidad y mejorar notablemente la calidad de sus variedades, al punto de una década después lograr premios en certámenes de alta exigencia.

“Por caso, la acidez volátil del general de los vinos caseros argentinos es actualmente igual a la de los vinos industriales”, subrayó Guiñazú, al tiempo que reconoció que hoy este sector “está incluido en la familia vitivinícola argentina”.

En tanto, el Director Nacional de Programas de Desarrollo Regional, Juan Maceira, sostuvo que estas políticas “provienen del mandato de nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y tienen la premisa de agregar valor en origen. Una de las formas de agregar valor en la vitivinicultura es industrializar la uva por parte de los mismos productores”.

“Nosotros tenemos la misión de industrializar la ruralidad. Para eso, y en el caso de los vinos caseros, nosotros brindamos apoyo económico para la adquisición de equipamiento comunitario y para la mejora en la capacidad de vasija y en la calidad de la producción”, explicó.

En la degustación estuvieron presentes elaboradores de Vinos Caseros y Artesanales de las provincias de Mendoza, San Juan, Salta, La Rioja, Catamarca, Neuquén y Río Negro; que transmitieron a los asistentes el trabajo realizado en pos de mejorar la calidad de los productos y la aplicación de buenas prácticas de manufactura.

La cata fue acompañada por un maridaje con quesos regionales elaborados por productores de pequeña escala, y una variedad de panes artesanales.

Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar de la Nación

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